sábado, 8 de noviembre de 2008

Vida: una mirada distinta

El día estaba nublado, eran la cuatro y media. Me invadía una tristeza profunda, lentamente quite las dos cobijas de colores azules, me arrodille y le pedí a Dios Que me ayudara en todas mis problemas y que hiciera de mi una buena profesional.Los minutos iban rápidos como el viento, el frío se apoderaba de mí. Pero lentamente baje el primer pie. Pero no medí cuenta a que horas estaba mi cuerpo parado en medio de esa baldosa color miel. Como si estuviera metida toda la noche en una nevera, de nuevo le pedí a Dios que me ayudara, a mi y amí madre y a mi familia eran las 4 y 45 de la mañana, todavía quería evadir el frío, y querría ser aun mas indiferente, prepare mi mente para evadir la suplicio que sufriría mi cuerpo, luego decidí prepararme psicológicamente, pero antes me dirigí al espejo que estaba en la esquina de mi pieza, rápidamente fije la mirada.
Lentamente tome mi celular con la palma de mi mano mire el reloj, el frío había pasado, rápidamente me metí al baño mientras evadía las gotas como algo inesperado, “pensaba. Voy a llegar tarde”. Eran las cinco y diez cuando ya me encontraba en el reflejo. Arreglando mi parte externa de mi cuerpo,Había llegado la hora exacta de irme, rápidamente me dirigí al cuadro que esta en el fondo de mi pieza al cual tengo una oración muy bonita, para antes de salir de casa, luego agarre las llaves, mientras salía apagaba cada una de las luces amarillas que me iluminaban, cuando mire para atrás la casa estaba en las tinieblas, al salir la lluvia caía como arena, eran las cinco y cincuenta y el bus no pasaba.Mientras conversaba con un señor, los buses iban llenos, eran las cinco y cincuenta y cinco en mi reloj que estaba adelantados, en el del señor eran las cinco y cuarenta y cinco, El tiempo transcurría mientras yo era ignorada por los buses, espere pacientemente, hasta que por fin, me monte ligera mente, para llegar a la universidad. En el bus iba tan rápido al igual que mis pensamientos y poco apoco el día y va aclarando mientras que el reloj no paraba sus segundos.

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